Lectura del texto “El estadio del espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica” de J. Lacan.
Al principio la cría humana no se reconoce como una unidad, no logra hacer distinción entre el cuerpo de su madre, el mundo exterior y él; El estadio del espejo es ante todo un momento en el cual el ser humano se identifica y se reconoce como una unidad corporal, a la vez que se reconoce a otro como un semejante diferente, aquí el primer acto de inteligencia que nos diferencia de los animales, puesto que ya logramos reconocernos o mejor reconocer nuestra imagen en el espejo, se puede entender entonces al estadio del espejo como un identificación en la cual nos reconocemos a través de nuestra imagen, esto quiere decir que nos encontramos ante nuestro reflejo, ya alcanzamos a vernos como un conjunto, empieza la formación del yo, que no es más que una construcción imaginaria de lo que vemos como nuestro reflejo.
La imagen reflejada tiene efectos diferentes en los humanos y chimpancés, mientras en nosotros se percibe una fascinación, desde ya un encanto por nuestra propia imagen, el chimpancé reconoce en este reflejo algo irreal y lo deja a un lado, aquí se da cuenta de la importación que para nosotros como especie trae lo imaginario y lo simbólico.
El niño hasta antes de ver su imagen reflejada ha experimentado un cuerpo fragmentado, por crecer de coordinación motriz, con su imagen aparece un todo, se percibe asimismo como un todo, estas dos perspectivas una de unidad (la imagen) y otra como separado (experiencia del cuerpo), desde ya hacen un sujeto dividido.
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