jueves, 18 de agosto de 2011

LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS. Sigmund Freud.




INFORME DE LECTURA
 Por :
Paula Andrea Gaviria C

20ª CONFERENCIA
LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS. Sigmund Freud. Vol. XVI. Amorrortu

Lo sexual es considerado como indecoroso, es la búsqueda del cuerpo en la ganancia de placer, por lo tanto no se puede reducir a la reproducción, porque se dejaría de lado acciones como la masturbación, los besos, las caricias que también generan placer. De otro lado si lo dejamos en reproducción estaríamos eliminando la actividad homosexual, los fetichistas, masoquistas entre otras con un objeto y meta diferente los cuales en desarrollo de su actividad encuentran placer, no obstante sin dejar de lado que son consideradas estas conductas como anormales así tengan similitud con lo llamado normal, pero que sin embargo no tienen como fin reproducirse y por el contrario pretende la satisfacción sexual.
La homosexualidad ha estado presente en la humanidad y ha logrado aceptación, pero no ha sido considerado como una conducta normal, dentro de las personas que hacen esta elección de forma consciente, ya que los neuróticos tienen actitudes inconscientes que pueden considerarse como homosexuales.
Las alteraciones nerviosas como La neurosis , la paranoia  y la histeria tiene sus orígenes en la ausencia de satisfacción sexual plena, y los individuos que padecen estas alteraciones buscan esta satisfacción muchas veces reemplazando los órganos y las metas sexuales, en el desarrollo de éstas,  lo anormal se vuelva normal para el individuo. No podemos dejar de lado que las inclinaciones perversas radican en la infancia,  donde estas puede modificarse y en la adultez son desarrolladas y aumentadas en su máxima expresión.
Al nacer  poseemos vida sexual e inclinaciones que nos llevan a buscar la satisfacción o placer, pero por el dinamismo de la sociedad estas pasan a un segundo plano, hasta considerar a los niños como asexuales, puros e inocentes; Dirigiendo su potencial a actividades menos sexuales, y que al crecer se manifiestan con mucha más fuerza, llevando al individuo a la búsqueda y posterior encuentro del placer sexual.
Cuando nacemos se nos suple una necesidad, con la cual obtenemos una ganancia de placer como es el alimento por medio del pecho materno al succionarlo, luego esta acción se torna placentera y no lo hacemos tanto por nutrirnos sino por alcanzar una satisfacción, convirtiéndose esta en el primer objeto sexual, luego aparecen los órganos excretores como aquellos que también brindan placer y el niño trata de explotarlos al máximo para su satisfacción; pero la sociedad entra a inhibir estas conductas supuestamente indecorosas y que van en contravía de lo aceptado social mente condicionando estas acciones.
Teniendo en cuenta que la sexualidad pretende la reproducción, diríamos que la práctica sexual en los niños seria perversa dado que estos no pretenden la reproducción sino la ganancia de placer. Lo cual  empieza a  generar expectativas, que con el tiempo se irán despejando para encontrar las verdaderas respuestas de la vida sexual adulta, en tanto a la reproducción y  practica.






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